Dislipidemia y Riesgo de Infartos Coronarios
Dislipidemia y Riesgo
de Infartos Coronarios
El colesterol es un lípido que su cuerpo usa para producir hormonas y metabolizar los alimentos. Los triglicéridos se acumulan en el tejido adiposo de su cuerpo y se utiliza para generar energía en momentos que se agota la glucosa.
Se utilizan tres medidas diferentes para determinar su salud general de lípidos:
- Lipoproteína de baja densidad (LDL), también conocida como "colesterol malo": si tiene demasiado LDL, puede estar en riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Este tipo de colesterol está relacionado con la acumulación de placa en las arterias, lo que puede obstruir el flujo sanguíneo adecuado al corazón y otros órganos. Cuanto mayor sea su LDL, mayor será su riesgo de enfermedad cardíaca.
- Lipoproteína de alta densidad (HDL), también conocida como "colesterol bueno": la HDL lleva el colesterol de otras partes de su cuerpo de regreso a su hígado, lo que eliminará el colesterol dañino de su cuerpo. Los niveles altos de HDL parecen proteger contra las enfermedades cardíacas, mientras que los niveles bajos de HDL se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.
- Triglicéridos: este término se refiere a la grasa en la sangre. Este es un tipo de grasa que la gente come, que se encuentra principalmente en aceites vegetales y grasas animales. Cuando existe en niveles altos en la sangre, puede indicar un mayor riesgo de pancreatitis.
¿En qué personas se evalúa el perfil de lípidos?

Las pruebas de detección de dislipidemias se lleva a cabo mediante la medición del colesterol total, triglicéridos y colesterol HDL con un ayuno de 9 a 12 horas en todas las personas mayores de 20 años de edad. Recientemente se aprobó la realización del perfil de lípidos sin ayuno previo. La medición debe actualizarse cada 5 años. En México, la dislipidemia más común es el colesterol HDL bajo (< 40 mg/dl) y se asocia al sobrepeso y la diabetes. El colesterol LDL alto es la segunda más frecuente, asociado a la edad y malos hábitos de alimentación. La mayoría de los casos no son diagnosticados o son tratados en forma superficial. La evaluación del paciente con dislipidemia implica:
1.- Identificar la causa de la dislipidemia, determinar si se asociada a malos hábitos de alimentación u otras enfermedades como hipotiroidismo (dislipidemia secundaria) o es una condición que heredó de los padres (dislipidemia primaria).
2.- Estimar el riesgo cardiovascular del paciente. Si no se trata adecuadamente, puede predisponer a infarto al corazón antes de los 55 años en hombres y antes de los 65 años en mujeres
¿Cuál es el objetivo de tratamiento?
Prevenir la aparición o la recurrencia de eventos cardiovasculares. Alcanzar las metas de tratamiento del perfil de lípidos es un objetivo intermedio que, en combinación con el control de otros factores de riesgo cardiovascular, permite reducir la mortalidad cardiovascular.
Al acudir con su médico especialista, le permitirá evaluar su riesgo de presentar infarto al corazón y le hará recomendaciones sobre el tratamiento dietético y los medicamentos con seguridad comprobada para reducir sus lípidos.